Artículo invitado de peluen.casa

El buen tiempo: verano

Cuando llega el verano y nos lanzamos a tomar el sol, bañarnos en la playa o piscinas públicas o privadas. La piel y el cabello padecen agresiones debidas tanto a los rayos UV, la sal, como a los químicos (cloro) que conservan el agua de las piscinas.

Sol animado con gafas

A evitar

Un lugar excesivamente sensible es la cabeza, sobre todo la zona del rostro. La nariz, frente, pómulos sufren por la radiación solar (quemaduras) y una excesiva sequedad en los labios. Además de posibles quemaduras.

El cabello en su caso padece una agresión vertical del sol de modo constante. En especial cuando estamos a la intemperie en las horas recomendadas a evitar entre las 12:00 y las 16:00 horas de la tarde, estas son las más intensas.

En estos casos, una pamela o gorra evitará quemaduras en el cuero cabelludo que resulta muy sensible, como sequedad en el propio cabello. A medida que nos hacemos mayores, la densidad del cabello también disminuye y la posibilidad de una quemadura aumenta las posibilidades.

¿Nos cuidamos bien?

Siempre actuamos en verano protegiendo la piel con protectores solares, nos duchamos con jabón suave e hidratamos la piel con crema hidratante corporal o after sun. Pero es común la falta de cuidados en el cabello, acabamos solamente lavándolo y poco más.

Una forma de mantener nuestro cabello sano en verano, es cambiar el actual champú por uno con más hidratación en su composición. Por ejemplo, con manteca de Karité.

Otra opción recomendada es procurar en las horas de más sol cubrirlo con una pamela (que además aporta glamour) o pañuelo, al atardecer y noche soltarlo para lucir de melena sana.

¡Nuestro estilista favorito!

Cuando acaba la temporada estival, es cuando aparecemos en las peluquerías para realizarnos tratamientos recomendados por nuestros estilistas (algunos buscan engrosar su caja), que en muchos casos se puede evitar ese gasto extra. No así, realizar un corte para sanear el cabello es la opción más recomendada.

¿Cómo proteger nuestro cabello?

Podemos utilizar un spray específico para la protección solar. Estos se denominan protector solar capilar, y es una opción que previene el deterioro que provocan la sal del mar y el cloro, que lo debilitan y altera el color, además aporta un agradable olor.

Utiliza aceite en spray con contenido en aceite de Argán. Cuando tienes el pelo mojado por los baños, te ayuda a sellar la hidratación y evita el frizz (encrespamiento, esponjamiento y electricidad estática), además estos aceites nutren y ayudan a desenredar.

Melena al aire

Al lavarte el cabello siempre enjuaga con agua fría y no utiliza, en lo posible, aparatos calientes como el secador de pelo.

Los restos de sal o de cloro que se quedan en nuestra melena tras salir del agua pueden provocar que se altere el color del tinte, le quite toda la hidratación y lo deje pajizo. Por esto debemos aprovechar las duchas que podemos encontrar a la entrada de las piscinas y las playas para eliminar cualquier residuo.

Me cuido: piel, cabello y alimentación

Después del verano, de disfrutar de cañitas, comidas grasas, baños de sol y de mar. Toca cuidarse la piel, el cabello y la alimentación.

La piel tendrá una textura más áspera y con falta de firmeza. Aquí, aportamos una limpieza de la piel con jabones suaves, cremas corporales para mejorar y aportar esa humedad perdida, cremas del rostro con alto contenido en vitamina C y E. Y como no, una alimentación generosa en antioxidantes.

Para el cabello utilizamos champús de pH neutro con activos regenerantes, mascarillas nutritivas y evita en lo posible los secadores y planchas.

En la alimentación (lee este artículo) una dieta de productos frescos y utiliza complementos si conviene a base de vitaminas A, B, C, D y E y minerales más específicos como el calcio, zinc, hierro y magnesio.

Alimentación

Unos consejos prácticos

  • Utiliza champús suaves e hidratantes
  • No abuses del secador ni la plancha, aprovecha para dejar que el pelo se seque al aire
  • Después de cada baño en la playa o la piscina, debemos lavarnos el pelo para eliminar los residuos de sal, arena y cloro
  • Sigue una alimentación sana y equilibrada, rica en fruta y verduras (antioxidantes y betacarotenos) que ayudan en la fotoprotección y el mantenimiento del cabello
  • Si se precisa se pueden añadir complementos vitamínicos específicos para el cabello o fotoprotectores orales
  • Si se está en tratamiento con hierro, no olvides tomarlo
  • Evita decoloraciones y los tintes agresivos (mejor sin amoniaco y solo en raíces)
  • Se pueden utilizar mascarillas, espumas y sprays para hidratar el cabello como medidas adicionales

Espero que esta guía te haya sido de utilidad e interesante, y proporcione la información necesaria para elegir el producto más adecuado a tus necesidades. 

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